Los nuevos motores son un coste innecesario, según afirma Bernie Ecclestone, quien ha mostrado su preocupación por el precio de los nuevos propulsores, pero también por el espectáculo. El mandamás de la Fórmula 1, teme que algún equipo se destaque en la próxima temporada y tampoco confía en el sonido de los Fórmula 1 con la nueva especificación reglamentaria.

Bernie Ecclestone

Bernie Ecclestone muestra una vez más su preocupación por la nueva reglamentación técnica que entrará en vigor en 2014 y que afectará principalmente a los motores, los cuales pasarán a ser V6 turbo. A pesar de que los suministradores de motores llevan muy avanzado el trabajo, Bernie cree que pueden haber problemas la próxima temporada.

El inglés, que nunca ha estado del todo a favor con las nuevas especificaciones, muestra de nuevo su disconformidad por esta Fórmula 1 "más verde" a la que quiere acercarse el deporte. Cree que en este momento habían llegado a un punto perfecto con los V8 en el que tanto constructres como aficionados estaban contentos con los resultados y los equipos no tenían excesivos costes. Ahora las escuderías deberán afrontar el alto coste para fabricar los nuevos motores de 1.6 litros.

El inglés ya fue crítico con el sonido de los nuevos propulsores, pero ahora tiene una preocupación más: que algún suministrador se quede atrás en el desarrollo de los nuevos motores.

Bernie Ecclestone teme que uno de los constructores de propulsores, empiece mal la temporada y tenga que hacer un gasto extra para ponerse al día y al nivel de sus rivales. Ferrari, Mercedes y Renault serán los únicos fabricantes en 2014, a quienes se unirá Honda en la siguiente temporada, de la mano de la escudería McLaren.

El peligro es que si uno de estos tres se equivoca, sea quien sea, va a costar una fortuna ponerse al día. Y mientras se ponen al nivel, el resto va a seguir avanzando. Por el momento está todo bien, pero el peligro es que los tres se piensan que están en el camino correcto. Cuando llegue la hora de la verdad, será demasiado tarde.

Los precios aumentarán la próxima temporada y ya se habla de unos 30 millones, mientras que este año el propulsor más caro es el de Renault, que cuesta unos 23 millones de euros por temporada. El gigante francés suministra sus motores a cuatro equipos: Red Bull, Lotus, Caterham y también el equipo Williams, que podría anunciar este mismo fin de semana un cambio a Mercedes.

Es un coste innecesario. Lo que teníamos hasta ahora era perfecto. Todo el mundo está contento.