Uno de los grandes temas de la semana ha sido el proyecto Red Bull Stratos y como un hombre lucha con el objetivo de superar la velocidad del sonido en una caída libre, simplemente por acción de la gravedad, sin ninguna ayuda de propulsión mecánica. Aquí estamos para hablar de Fórmula 1, así que vamos a analizar la velocidad máxima que podría alcanzar uno de los monoplazas del mundial si fuera lanzado al vacío; vamos a hacer nuestro propio proyecto al que hemos llamado: Red Bull Stratos F1.

Velocidad máxima alcanzada por un Fórmula 1

Antes de nada, vamos a hablar de los antecedentes: A día hoy, la velocidad máxima alcanzada por un Fórmula 1 con una configuración de carrera, la logró el piloto brasileño Antonio Pizzonia con su Williams FW26 en el circuito italiano de Monza. En esta época aún se montaban los motores atmosféricos V10 de 3.000 centímetros cúbicos y el propulsor simplemente era utilizado en un Gran Premio. En el circuito italiano se utiliza una configuración de muy baja carga por las características del trazado, lo que ayuda a ver las velocidades más altas del campeonato.

En el año 2006, el equipo Honda Racing se propuso batir un récord; su objetivo era lograr alcanzar los 400km/h con su monoplaza de Fórmula 1 de la pasada temporada, el BAR 007. Para ello se fueron a las zonas salinas de Bonneville, en Utah y quitaron los alerones tanto delantero como trasero. El piloto a los mandos fue Alan van de Merwe, quien a bordo del monoplaza llegó a la velocidad que se habían planteado. Para que el récord fuera homologado, debían realizar dos pruebas, y en la vuelta el BAR 007 no pudo repetir su hazaña  pero se quedaron en 397,36 km/h, la cual es la velocidad más rápida a la que ha rodado un monoplaza de Fórmula 1.

Red Bull Stratos F1

En nuestro proyecto no vamos a lanzar el monoplaza desde la misma altura que Felix Baumgartner, vamos a considerar la atmósfera, y en ella un cuerpo en caída libre es frenado por la fuerza de rozamiento, llegando su velocidad a ser constante. Una persona que se lanzara desde un avión y buscara el máximo rozamiento, abriendo brazos y piernas y situándose en posición horizontal, simplemente podría llegar a unos 200 km/h aproximadamente.

La fórmula que nos va a servir para realizar nuestros cálculos es la fuerza de arrastre de Rayleigh. Con ella podremos calcular qué velocidad máxima podríamos alcanzar con los actuales Fórmula 1, si pudiéramos propulsar el monoplaza con una potencia infinita (a este nivel no llegan ni los motores Mercedes) o lanzándolo desde suficiente altura para que simplemente sea propulsado por la gravedad. Lo único que va a frenar a nuestro vehículo es la fuerza del aire y hay que tener en cuenta que los monoplazas del gran circo están diseñados para tener una fuerte oposición al viento, que los haga adherirse al asfalto y mejorar así la velocidad del paso por curva.

Para realizar los cálculos vamos a necesitar algunos datos, pero los equipos suelen ser reacios a compartirlos, por lo tanto tendremos que trabajar con valores aproximados.

 

  • Peso del Fórmula 1: 640kg  -> 6278,4 N (Peso al finalizar la Q2)
  • Densidad del aire: 1,2 kg/m3
  • Resistencia aerodinámica: 0,90 (Configuración de baja carga en Monza, obtenida con la sección y el coeficiente de resistencia)

Lanzándonos al vacío

El evento está patrocinado por el equipo Red Bull Racing, por lo tanto el piloto que realizará la hazaña será su joven estrella, Sebastian Vettel. El monoplaza ha sido puesto en vertical con el morro apuntando hacía la tierra y se han tomado medidas para que permanezca recto durante el descenso. A la hora convenida el gancho suelta el monoplaza y Vettel se siente impulsado por la fuerza de la gravedad.  Poco a poco la resistencia del aire va bajando su aceleración y se aproxima a una velocidad límite cercana a los 390km/h. Pero no hay suficiente, el objetivo es batir los 400 km/h con alerones y configuración de Gran Premio, así que Vettel acciona el DRS, disminuyendo su drag en un 10% (con configuración para Mónaco la reducción podría llegar a ser del 20%). El RB8 vuelve a acelerarse en plena caída, pero poco a poco pierde de nuevo aceleración hasta llegar a una velocidad constante cercana a los 409 km/h.

El reto ha sido conseguido, el paracaídas se abre y Sebastian Vettel puede volver a las pistas y a competir sobre el asfalto, donde su monoplaza no llega a estas velocidades, pero cada día los ingenieros comandados por Adrian Newey luchan por intentarlo.