No son tiempos sencillos para el joven piloto mexicano. Las miradas apuntan hacia él y es que Esteban Gutiérrez está bajo presión, los resultados no llegan y Robin Frijns espera sentado su turno.

Esteban Gutiérrez

Sin lugar a dudas el hecho de llegar nuevo a una categoría como la Fórmula 1 y no tener el ritmo de competición a los mandos de un monoplaza como los de la misma, es un hándicap bastante importante. Las primeras cuatro carreras de Esteban Gutiérrez en su trayectoria hacia el éxito no han sido, precisamente, para enmarcar.

En muchos círculos, las voces apuntan a que Jules Bianchi, con un monoplaza sumamente inferior al C32 de Sauber, está dejando destellos de calidad continuos, mientras que el azteca se mantiene en un perfil bajo que no le va a deparar ningún éxito a corto plazo.

Bien es cierto que el Sauber de este 2013 no era aquel coche estable, rápido y que gestionaba los Pirelli a la perfección en la temporada pasada. Con el C31, Sergio Pérez, compatriota de Gutiérrez, consiguió tres podios (Malasia, Canadá e Italia) que llevaron a los suizos a la octava posición en el Campeonato del Mundo de constructores. Pero ello no quita para que Esteban dé un poco más de lo que ha ofrecido hasta la fecha.

La malas lenguas aseguran que Robin Frijns, ganador de manera consecutiva de la Fórmula BMW, la Formula Renault 2.0 y la Formula Renault 3.5, está frotándose las manos ante la posibilidad de subirse al monoplaza nº12 del mexicano. Tras el primer Gran Premio, en Melbourne, en el que Hülkenberg no tomó parte por un fallo en la bomba de combustible de su monoplaza, Esteban no ha conseguido superar a su compañero alemán en ningún momento y ha terminado doblado en todas las ocasiones que ha visto la bandera a cuadros (tres, frente a un abandono).

La experiencia de Nico en la Fórmula 1, y más tras su gran temporada 2012 en Force India, está fuera de toda duda, pero la diferencia de rendimiento de ambos, con un coche que tampoco da para más, también parece más que obvia. Las oportunidades existen y Monisha Kaltenborn está dispuesta a seguir dándole ese voto de confianza al joven Esteban Gutiérrez, pero la F1 no es un campo llano y suave y el tiempo se agota antes de lo que uno tarda en meter primera.

Su mirada de niño y sus manos firmes deben comenzar a calar en los aficionados. El apoyo de Telmex parece jugar en su contra, ya que muchos achacan su llegada al ‘Gran Circo’ al dinero de Carlos Slim y no debería ser así. El mexicano ha demostrado tener nivel en GP2, aunque si bien no llegó a acariciar el título en 2012. El triunfo en la GP3 parece escaso y Esteban Gutiérrez debe demostrar por qué está donde está y dejar claro que Slim le ha apoyado pero no ha comprado su asiento.

El cronómetro de su carrera deportiva sigue sumando segundos y, tal vez, llegar al segundo 60 con estos resultados pueda costarle caro. De momento, Sauber confía en él, pero esa confianza tiene un tope y Esteban Gutiérrez está bajo presión en estos momentos. El trabajo en la configuración del monoplaza y en el uso de los Pirelli debe ser el eje sobre el que se base su mejora. Aún hay tiempo, aunque no sabemos cuánto.