Algunos eran los que se quejaban después del Gran Premio de España por las cuatro paradas, hoy hemos tenido muchas menos y en mi opinión la carrera ha sido mucho peor. Y no le echo la culpa a Pirelli, lo sucedido en Mónaco ha sido simplemente culpa de los equipos, que han tenido un planteamiento demasiado conservador.

Mónaco: La carrera de la vergüenza por conservar neumáticos

La estrategia más rápido para la carrera era la de dos paradas, pero no la idónea en un trazado como el de Mónaco. Si los pilotos de delante hubiesen parado para hacer una estrategia de dos o más paradas, probablemente se habrían encontrado parados por el tráfico de los pilotos que salían por detrás con otro compuesto. Así que han preferido alargar lo máximo posible el primer stint y para ello han conservado al máximo las gomas.

Pero esto no ha sido sólo en la parte inicial de la carrera, se ha extendido durante buena parte de la prueba. Después de la primera parada le daban a Nico Rosberg un día muy interesante, el nivel de gomas que quedaban en sus neumáticos era aproximadamente de un 50 por ciento. Quizá el mensaje no sea cierto con el objetivo de confundir a sus rivales, pero de serlo, es una completa locura. Y es que después de la primera parada y aun con incidentes, el ritmo no ha sido mucho más rápido. Incluso después de la reanudación de la carrera por la bandera roja o del último coche de seguridad.

En cada reanudación y en casa cada vuelta se notaba en una simple imagen que los pilotos no iban rápido, sólo viéndoles trazar las chicanes o la baja después del Casino. Insisto, no me parece culpa de Pirelli, sino del planteamiento erróneo de los equipos, que nos han dejado uno de las carreras en Mónaco que probablemente haya sido de las más aburridas de los últimos años y si no llega a ser por los incidentes que ha habido, habría sido terriblemente monótona.