Mark Webber pensó en rendirse tras el Gran Premio de Malasia, una carrera que avivó la polémica Red Bull, cuando Sebastian Vettel no aceptó las órdenes del equipo y traicionó a su compañero arrebatandole la victoria.

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Mark Webber admite que estuvo a punto de tirar la toalla por lo sucedido en la segunda carrera del campeonato del mundo, el Gran Premio de Malasia. Allí fuimos espectadores de la tensión que se vivía entre ambos compañeros de equipo y se airearon los trapos sucios y la reglamentación interna, como la ya famosa regla 21.

El australiano ya ha superado aquel incidente y admite que a pesar de haberlo pasado mal por varias razones, su mentalidad no le permite marcharse y seguirá intentando lograr sus objetivos en el campeonato mundial de Fórmula 1.

En aquel instante estuve a punto de dejarlo e irme a casa, pero me acompaña la filosofía de no rendirse nunca, esa que, por ejemplo también mueve a Fernando Alonso. Esas dificultades hacen que cuando consigues el éxito, la recompensa sea tan fantástica. Lo que ocurrió en Malasia fue interesante porque todos vimos lo que pasó. Me mantuve sereno porque no ocurrió nada que no hubiera pasado antes.

Mark Webber pensó en rendirse, pero finalmente continuará en la Fórmula 1 al menos hasta que finalice la actual temporada, cumpliendo su actual contrato. Luego no sabe bien lo que ocurrirá, pero afirma que pilotar para un equipo pequeño no es una opción. El piloto de Red Bull también se ha atrevido a hablar sobre la polémica de Pirelli, en la cual están ahora centrados todos los focos.

¿Si es justo modificar los compuestos a mitad de curso? Probablemente no. Pero modificar esa filosofía de Pirelli a partir de 2014, eso sí que podría estar bien. Siempre he dicho que no correría por un equipo de los pequeños, no me parece atractivo.