El piloto finlandés, Kimi Räikkönen, ha completado un fin de semana que más se ha parecido a una ruleta rusa que a un Gran premio de Fórmula 1. El de Lotus conseguía meterse en los puntos tras dos vueltas de infarto.

Las dos vueltas ‘mágicas’ de Räikkönen

Räikkönen marchaba quinto, manteniendo el tipo durante toda la carrera, pero a falta de nueve vueltas para el final, Sergio Pérez volvía a intentar la maniobra que le había permitido zafarse de Button y Alonso previamente. Pero el piloto finlandés ya estaba avisado y cerraba ligeramente la puerta, ocasionando la colisión debido a que el mexicano no aflojaba e intentaba entrar por el escaso hueco del interior de la chicane de después del túnel.

Kimi mantenía la posición pero paraba una vuelta después para cambiar su neumático trasero izquierdo pinchado. A partir de entonces, con el de Lotus rodando en 13ª posición, el imposible comenzaba.

Tres vueltas después, en la 73 y tras recuperar el terreno perdido desde su salida de boxes, Räikkönen adelantaba Van der Garde y a Chilton con suma facilidad. A partir de ahí el finlandés tenía que alcanzar al grupo de Gutiérrez, Bottas y Hülkenberg.

Se iniciaba la penúltima vuelta de carrera (77) y Kimi pasaba la línea de meta pegado a al mexicano de Sauber. Esteban y Valtteri facilitaron el adelantamiento al británico y es que, como después reconocería el finlandés, “le dejé pasar por creí que nos doblaba”.

En la última vuelta, Räikkönen daba buena cuenta del alemán de Sauber, su último escollo para sumar puntos y alcanzaba la 10ª posición que le permitía evitar la sangría de puntos que su incidente con Pérez le había ocasionado. Las dos vueltas ‘mágicas’ de Kimi fueron así: