Ferrari perdió su primer mundial en 1951 por un cambio en los neumáticos. Eso sí, el cambio no fue obligado, fue decisión propia de la escudería. La marca italiana ganó este año su primera carrera y estuvieron luchando por el título hasta la última cita del campeonato, pero finalmente Juan Manuel Fangio se hizo con el título en el circuito español de Pedralbes.

Alberto Ascari en Pedralbes 1951

1951 fue un año muy entretenido para la Fórmula 1. Tras una temporada dominada por las tres efes, Farina, Fangio y Fagioli con sus Alfa Romeo, llegaba el Ferrari 375 que quería abrirse un hueco en la historia. La escudería del Cavallino Rampante decidió prescindir de su motor sobrealimentado de 1,5 litros, para montar un atmosférico de 4,5 litros V12, en busca de lograr un menor consumo que los Alfetta de sus rivales.

Mientras que el motor de Alfa Romeo consumía unos 131 litros a los 100 kilómetros, el Ferrari 375 lograba un consumo muchísimo menor de 53 litros. Esto hacía que los pilotos de Ferrari pudiesen ahorrarse una parada en boxes y pilotar con menor peso en sus bólidos.

Alfa Romeo empezó ganando las tres primeras carreras del año en las que participaron ambos equipos. Tras Suiza, Bélgica y la carrera de Francia en Reims, dos pilotos de Alfa Romeo lideraban la tabla. Fangio tenía 15 puntos, uno más que Farina y seis más que Ascari. Ferrari se estaba ahorrando una parada en boxes en cada carrera, pero no lograban acercarse a menos de 50 segundos de sus competidores.

Fue entonces cuando llegó la carrera en Silverstone, la que sería la primera victoria de la escudería de Maranello. Un equipo que iba a convertirse en sinónimo de Fórmula 1.

El sábado, Froilán González logró la primera pole position para el cavallino rampante, consiguiendo batir por un segundo la vuelta de Fangio. Este era el segundo gran premio que el argentino disputaba con el equipo Ferrari. Una vez se dio el inicio de la carrera, Fangio disputó el liderado de la prueba, pero tuvo que entrar a boxes antes que sus rivales, justo cuando había alcanzado a Froilán. Los Alfa Romeo tenían que repostar unos 265 litros de combustible en cada parada. González pudo seguir en pista 12 vueltas más que su rival, y cuando paró, ya no perdió el liderato hasta llegar a meta, superando a Fangio en 51 segundos.

Por primera vez un gran premio de Fórmula 1 en Europa no era ganado por Alfa Romeo. Enzo Ferrari había superado a la escudería en la que se había criado.

Cuando por primera vez en la historia González ganó en un Ferrari, lloré de alegría. Pero mis lágrimas de alegría se mezclaron también con lágrimas de tristeza, porque pensé: ¡He matado a mi madre!.

Fernando Alonso con el Ferrari 375

El equipo Ferrari encadenó después dos victorias con Alberto Ascari en Alemania e Italia. La escudería parecía en ese momento imbatible con su Ferrari 375. Llegaba la última carrera en el trazado de Pedralbes, la primera vez que la Fórmula 1 disputaba una carrera puntuable en España.

Para la temporada de 1951, simplemente servían los cuatro mejores resultados para el campeonato de pilotos, por lo que Fangio lideraba la tabla con 27 puntos, seguido muy de cerca por Ascari con 25. Viendo el dominio arrollador de Ferrari en las tres anteriores carreras, se habían convertido en los favoritos para ganar el campeonato del mundo, derrocando a los imbatibles Alfetta.

Había más de un mes hasta la última carrera y ambas fábricas trabajaron al máximo para ganar el campeonato. Desde Alfa Romeo propagaron rumores falsos sobre unos depósitos extra en sus monoplazas, con los cuales tendrían que parar menos veces en boxes.

En Ferrari mordieron el anzuelo. A pesar de haber ganado tres carreras consecutivas, la marca creyó conveniente ser agresivos con la elección de sus neumáticos, pasando de un diámetro de 18" a uno de 17", algo que finalmente fue catastrófico e hizo perder a Ferrari su primer campeonato del mundo.

Este neumático ya había sido utilizado en Monza, pero en el trazado de Pedralbes el asfalto era más abrasivo y también había una alta temperatura en la pista. Con el depósito lleno, los neumáticos del Ferrari 375 no aguantaron más de seis vueltas en el coche de Taruffi. A la siguiente vuelta fue Villoresi quien tuvo que parar a cambiar los neumáticos de su Ferrari, mientras que los otros dos pilotos del equipo, González y Ascari, simplemente aguantaron en pista unas pocas vueltas más. Al reducir el diámetro, los neumáticos tenían que dar mayor número de vueltas sobre el asfalto y esto hacía que hubiese un sobrecalentamiento que llevó a una delaminación de las gomas.

Finalmente Ascari terminó siendo doblado dos veces por Fangio, mientras que González logró mitigar un poco el desgaste de sus neumáticos, pero simplemente pudo quedarse a 54 segundos del líder de la carrera.

Ferrari perdió su primer mundial por un cambio en los neumáticos, mientras Juan Manuel Fangio empezaba su era y ganaba su primer título del mundo.

Gracias a esto, Alfa Romeo pudo retirarse como equipo invicto, tras ganar los dos primeros campeonatos del mundo de Fórmula 1.

Cualquier pequeña variación en el neumático tiene consecuencias. En esta temporada 2013, Pirelli ha decidido realizar cambios estructurales en sus ruedas, lo que podría variar el rendimiento de los monoplazas, beneficiando a equipos que hasta ahora han tenido problemas como Red Bull y perjudicando a Lotus, la escudería que mejor ha comprendido el desgaste de los compuestos.